Porsche aseguraba que con la última generación del 911 (991) había subido un escalón completo en lo que a rendimiento deportivo se refiere gracias a una dinámica muy mejorada, y los fieles de la marca estaban ansiosos por saber de qué iban a ser capaces con su versión más radical, esa enfocada a quemar adrenalina en los circuitos y a deleitar a los más pudientes con un verdadero carreras-cliente capaz de llevarle de casa a la pista sin salto de continuidad, el GT3.
La quinta generación del Porsche 911 GT3 llega para celebrar los 50 años del mito con su inseparable motor atmosférico capaz de girar a 9.000rpm eludiendo la sobrealimentación, una joya sólo apta para puristas.
El bloque es un sempiterno bóxer 6 cilindros de 3,8 litros y 475CV que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 315 km/h, bajando de los 12 segundos para llegar a los 200Km/h desde parado. Es un bloque derivado de el del Carrera S.
Esta puntiaguda mecánica deriva la potencia al eje trasero (44mm más ancho) a través de la transmisión automática de doble embrague PDK, de 7 relaciones y especialmente adaptada para el 911 GT3, y como primicia en la marca este modelo estrena un sistema de dirección activo en el eje trasero, lo que aumenta la agilidad y la capacidad de apoyo lateral.
No faltan los soportes dinámicos del motor y el diferencial autoblocante electrónico, mientras que las suspensiones permiten regular las alturas, caídas y convergencias. Un verdadero coche de competición matriculable capaz de bajar de 7 minutos y medio en Nürburgring.
Estéticamente el alerón trasero fijo elevado, los escapes centrales, los nuevos paragolpes con branquias laterales o las enormes llantas de 20 pulgadas mono tuerca hacen de la silueta del Porsche 911 GT3 2013 un espectáculo, mientras que en el interior la piel vuelta o alcántara inunda el habitáculo y transmite deportividad y elegancia por igual.
fuente:elsemanaldigital.com
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