La carrocería se ha pintado en color blanco, con contrastes en rojo en los vinilos que recorren los laterales y el capó, los retrovisores, el alerón y las pinzas de freno, estas últimas escondidas tras unas llantas específicas negras.
El interior es bastante llamativo ya que predomina el color rojo, sin embargo el punto más destacado es la reconversión del habitáculo de una configuración de cuatro plazas a una biplaza. ¿Para qué? Básicamente, para ser el alma de la fiesta con un equipo de sonido que cuenta en su haber con once altavoces y una potencia de 2.250 watios. Suficiente para montar una buena rave.
El único 'pero' que se le puede poner a la preparación es que en cuanto a mecánica sólo han potenciado el motor 2.0 TSI gasolina hasta los 333 CV. Aunque tampoco está nada mal...
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